Académicamente, se tiene claro
que la buena administración de recursos es para reducir los costos de producción
y así ofrecer un producto con menor precio al público, ganando por sobre la
competencia en esta ventaja competitiva. Pero al considerar la variable de la inflación
en los productos insumos y el aumento generalizado de los precios por parte de
los competidores, el empresario se enfrenta al dilema de, si aumentar o no el
precio de sus productos y/o servicios.
Por ejemplo hay empresarios que
toman la decisión de mantener los precios de sus productos, absorbiendo ellos
mismos los aumentos de los precios de la materia prima derivadas de la inflación.
Siguiendo con el mismo ejemplo, la materia prima presentaba una inflación del 1
al 3 por ciento mensual, al final del año es un aumento de los costos de los
insumos rondaba cerca del 30%, los ingresos anuales de este empresario eran
casi inversamente proporcionales a la inflación, lo que genera un grave
problema.
La inflación es el aumento
continuo y generalizado del precio de los productos, y es causado por
diferentes variables socio económicas de una región geográfica; las cuales
pueden ser, cambios en la política fiscal, cambios en los tratados de comercio entre
países, cambios de precios de productos que se originan en otros lugares, como
el petróleo, etc.
De acuerdo a recientes
publicaciones de la Dirección General de Estadística y Censos, El Salvador tuvo
una inflación acumulada del 0.81% hasta en marzo de este año, sin tomar el dato
continuo, solo en marzo hubo un aumento del 0.14%.[1]
Entonces, si la inflación acumulada
es del 0.81%, ¿El precio de mi producto debe aumentar en la misma proporción?, ¿Mis
clientes aceptaran el nuevo precio?, si no aumento el precio, ¿Cómo mantendré
el porcentaje de mis ingresos?. Estas solo algunas de las preguntas a las que
se deben de enfrentar los empresarios, frente a los constantes cambios económicos
de nuestro país.
Como en todos los aspectos de una
sociedad, no hay fórmula mágica, ni estándar para darle solución a estas
preguntas. Primeramente, lo que se debe de hacer es un estudio minucioso de
todos los procesos internos de producción y generación de los servicios y/o
productos que se venden a los clientes, mejorándolos y haciéndolos más
efectivos. Luego de eso, se pueden empezar a considerar las variables externas
a la empresa, como la inflación, la competencia y definir un buen precio, tanto
para los clientes como para los ingresos de la organización.
Normalmente hay tres maneras de
definir los precios de los productos que vende la empresa:
1. Considerando los costos y un
margen de ganancia, definido arbitrariamente por el empresario a manera de
obtener el superávit que desea.
2. Considerando a la competencia, es
decir, identificar a las empresas que están en el mismo rubro de la nuestra, y
definir el precio con base al de ellos, en ocasiones un poco menor o mayor al
de ellos.
3. Considerando la percepción que
tienen los clientes sobre el precio adecuado de su producto, es decir, haciendo
un estudio de mercado que contemple las opiniones generalizadas del valor
subjetivo del producto o servicio que la empresa vende.
Claro que un empresario debe
tomar en cuenta la inflación, y además, considerar estas tres maneras para
definir el precio del producto y darlo a un valor aceptable para los clientes, beneficiándolos
a ellos y la misma organización. Por lo que este, debe estar siempre atento a
los cambios en las variables exógenas socio económicas que incidan en el que
hacer de la empresa, y tomarlos en cuenta para hacer cambios oportunos para
ello.
Tomando en cuenta a la inflación como
una variables incontrolable para el empresario, este puede tomar estrategias
que van encaminadas a mantenerse con el mismo precio de su producto, promoviendo
otras medidas para hacer más efectivo los procesos internos de producción de la
empresa, tales como:
- Negociar mejor contratos de
crédito con los proveedores.
- Capacitando al personal
constantemente para mantenerlo más funcional en los cargos en los que se
desempeñan.
- Elaborando planes de austeridad
en la empresa.
- Estableciendo políticas de cero
desperdicio en la producción y máximo aprovechamiento de los recursos
disponibles para los procesos.
- Creando alianzas con empresas
complementarias a la suya para disminuir costos.
- Utilizando outsourcing en áreas
menos críticas para la empresa.
- Mejorando los planes de logística
y distribución de sus productos.
Entre otras.
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